Igual que el juez, el fiscal trabaja para el gobierno, y tiene que decidir sus casos o la corte se paralizaría, no podría obtener justicia y probablemente lo correrían.
Los clientes se sienten muy frustrados porque no pueden participar en el proceso de negociación. Seguido dicen que si pudieran ellos explicarle al fiscal o al juez, éstos podrían entender y no condenarlos.
Generalmente contesto: “bueno, es lo que tu pensabas que (en vez de contratar un buen abogado) con el detective tendrías cuando le dejaras interrogarte. Aún después de que te advirtió que “tienes el derecho de permanecer callado, todo lo que digas puede y será usado en contra tuya en la corte. . .”
Los clientes no se dan cuenta que la ley permite que los detectives engañen a un sospechoso para obtener una confesión. Pero la quinta enmienda de la constitución es tan poderosa que en un juicio basta con que el detective mencione siquiera que el acusado invocó el derecho a permanecer callado, o que haya pedido un abogado y el juego se acabó. El juez declara el juicio nulo y el acusado, ya sea inocente o culpable, no puede ser juzgado otra vez, lo cual se llama doble enjuiciamiento.
Los detectives son mucho mejores en los interrogatorios que muchos abogados porque han sido capacitados para hacer esto. Pueden ser terribles en la corte. Pero si te encuentras en su ambiente más vale que te calles (toma la quinta enmienda). Y desafortunadamente las declaraciones de los acusados casi siempre son admitidas. Además si es que un caso va a juicio, el acusado rara vez sube al estrado. NO porque necesariamente sean culpables de los cargos, sino que casi siempre se ponen nerviosos, asustados; no son buenos testigos y desconocen totalmente